Trempera matinera. Damunt roca y viñas del mas Déu por el grau de la Guineu

 

Trempera matinera: Dícese, en català,de la excursión

mañanera y con perfil empinado.

 

No todo van a ser recorridos místicos y paseos llenos de colorín otoñal. De vez en cuando hay que darle caña a las suprarrenales, aunque solo sea para comprobar que uno sigue vivo.

Así que, con mi amigo Ignasi, nos hemos pegado el madrugón y nos hemos ido a la Vilella Alta para subir, por el grau de la Guineu, a los Montalts y soltar un poco de adrenalina.

 

Esperando que amanezca.

 

El grau de la Guineu, como el de la Vilella Alta, por el que bajaremos, se usaba  antaño para acceder de manera rápida  a las masías y cultivos de la parte superior de las paredes de esta parte del Montsant.

A esta zona alta, los del Lloar le llaman damunt roca. Ignoro si los de las Vilellas lo denominan también así. En cualquier caso describe muy bien la situación : Damunt:  arriba; roca…pues eso .

Vamos a lo que vamos…

ITINERARIO

La Vilella Alta – Camino dels Passanants – El Tormo del Frare – El grau de la Guineu –Viñas del  mas Déu – Grau de la Vilella Alta  – La Vilella Alta

Si quieres bajarte el track de Wikiloc, pulsa aquí  PERFIL DEL RECORRIDO 

Hemos madrugado tanto que casi no están puestas las montañas.  Pero ya empieza a iluminarse el Montsant.

 

Mientras acaba de amanecer, caminaremos por el riuet de Scala Dei, por el camíno dels Passanants, un agradable sendero entre bosque de ribera.

 Pasarelas - palanca instaladas por el Parque Natural de la Serra de  Montsant. La cadena no es para que no la roben, sino para que el agua no se la lleve en caso de riada.

 Tramos de camino empedrado

 Unos magníficos muros de pedra seca, con los cingles de los Montalts  al fondo.

  El Tormo del Frare, un enorme pedrusco de arenisca roja al que subiremos por la parte de atrás…

  … siguiendo un sendero perfectamente delimitado.

  El señor GB se entretuvo en hacer los escalones y se lo agradecemos.

 

Porque la vista es espectacular. Lástima de la poca luz.

  Acaba saliendo el sol de forma inevitable y nos ilumina la meta. Atravesamos viñas y olivares. La arbequina está en su punto y ya se recoge.



  La Vilella Alta sigue sin despertar.

  Al Montsant se le ve mas vivo.

  Por ahí tenemos que subir : el grau de la Guineu. No se hace evidente la subida, ya lo sé. Si hacéis click  en la foto os haréis una idea aproximada… Aproximada, porque en el ascenso se me nubló un poco la percepción y no juraría yo que el camino vaya exactamente por ahí…

  Una pano de los cingles

  Aunque se vea mucho zarzing, el camino está bastante decente y reparado.

  Éste, el de los Montalts, es un Montsant de caliza, enrojecido por la arcilla y la arenisca que arrastra el agua que cae por sus paredes.

  A pie de grau. Empieza lo interesante.

  Mirando abajo: geometrías.

  Un primer tramo suave y enseguida comienza la agonía. En la parte mas chunga y aérea, un cable de acero nos rebaja la ansiedad de forma momentánea. Sigue otro cable vertical  y , a continuación, otro tramo tieso, expuesto y sin protección, pero con buenos agarres. Me perdonareis si no hay fotos, pero tenia las dos manos muy ocupadas… No recomiendo este grau a niños, vertiginosos,  ni a embarazadas. Y olvidaos de traer a la perrita… Yo me hubiera estirado un poco mas con los metros de cable… pero entiendo que la crisis nos golpea a todos.  Ignasi tomándole el pulso al grau.   Jaume Mas Roca , en su  libro de la Serra del Montsant, cita a Iglesias y Santasusagna, dos gurús del excursionismo tarragoní de los 60, que decían en su guía, refiriéndose a este grau: ”…la gent del pais diu que hi passava amb tranquil.litat i les dones hi pujaven i baixaven am feixos al cap.”

Gente valiente y curtida, ésta del Priorat…

Aunque a mi se me ocurre pensar que en algún momento hubo algún derrumbe y las payesas empezaron a subir y bajar por otra parte…

Salimos temblando después del último tramito guapo y ya estamos damunt roca. Al fondo, las ruinas del mas Déu. Visita opcional que nosotros obviamos.

  Luego, un paseo por viñas y bosque hasta que encontramos marcas azules que nos señalan el camino de bajada por el grau del Ardévol  o de la Vilella Alta.

  Pero antes, un vistazo a lo que se ve desde las alturas.

  Bajamos. Mucho mas humano, este grau. Apto para todos públicos, pero con cuidado, que también tiene sus zonas aéreas.

  Y algún tramo de cable que ayuda.

  En un plis plas estamos a pie de cingle.    Comienza la zona de bancales abandonados que los vamos saltando uno tras otro…


 Una miradita al horizonte


 Pano relajada.

  La Vilella Alta nos espera

  El olivo centenario nos recibe  a la entrada del pueblo.

  Arquitectura popular






Bonito pueblo, la Vilella Alta. Un día de estos volvemos.