Las Rocas de Benet por la Pena del Gall y el coll de Botana

 En 1959, unos chicos escaladores de Gracia y Rubí ascendieron por primera vez a la inaccesible  roca Petita (Punta Escofet, Agulla GEDE, Cap de Gos…) tras dormir en el pajar del todavía habitado mas de Blanco.   Arriba encontraron una herradura, lo que les sumió en la mas profunda de las meditaciones… El misterio se fue aclarando cuando alguien sugirió que bien podía haber sido un buitre carroñero el que  había subido a la cima una pata de burro muerto. Tras el ágape, y ante la dificultad de digerir el hierro, allí habría quedado hasta que nuestros amigos la encontraron. Desde entonces,  no se sabe muy bien por qué clase de atracción magnética (que bien podría explicar también la existencia de la herradura en la cima…), las rocas de Benet han sido un hervidero de escaladores que las han recorrido de abajo a arriba y de arriba a abajo por multitud de vías. En el bar Grau de la plaza de Horta de Sant Joan, entre birra y birra, se podía pedir el libro de piadas, donde los escaladores daban rienda suelta a su vanidad, pericia y mucha imaginación, describiendo con dibujos increibles sus hazañas en freeclimbing. Ignoro si todavía se sigue esa costumbre o si aún tienen el libro en el bar. Preguntad, porque es una delicia leer algunas de esas fantásticas reseñas. Uno, que ya ha recorrido estos lugares muchas veces, les ha cogido cariño a estas enormes piedras. Cuando aparecen detrás de cualquier cima, cresta o entre los pinos negrales del bosque, siempre se me escapa la mano a la cámara y clic clac:  inmortalizadas por enésima vez…   En días primaverales, claros y brillantes…  

o en tardes de verano amenazadoras…   Así que volver a les Roques es casi como un ritual que de vez en cuando hay que hacer. Como lo es ir acompañado de Pau, sin el cual las excursiones por los Ports de Horta y Arnes no serían lo mismo. Esta vez volvemos a petición de Joan y José Luis, que no las conocían y nos acompañan Jaume, hijo de Pau, y Genaro y Mercè que  me habían sugerido un hermoso recorrido alternativo de aproximación.  ITINERARIO  Barranc de la Pineda – Pena del  Gall – Cova de la  Benaixa – Coll de Botana – Coll de Membrado – Pujador de la Roca Grossa– El Castell – Cap de Gos – Mirador del Faralló – Baixador de la Foradada – Pista de l’Avellanar – Pista de les Roques  Si quieres bajarte el track de Wikiloc, pulsa aquí  PERFIL DEL RECORRIDO   Estamos a primeros de  marzo y los almendros del mas de  Blanco, bajo la Pena del Gall, estallan en blanco y rosa…   Iniciamos el recorrido tomando el camino del barranco de la Pineda, que discurre pegado a los campos del mas de Blanco y que nos sube  paralelos a la Pena del Gall. A lo lejos, otra roca de atracción mágica: Penyagalera   Las Gronsas

 

Seguimos el camino que ha sido recuperado recientemente para la Cursa de les Roques que organiza el C.E. Cara Nord de Horta de Sant Joan.

Tras una buena subida, dejamos el camino principal y tomamos un sendero que nos llevará al Coll de Botana.

 

Pero antes visitaremos la Cova de la Benaixa:

 

Una curiosa cueva dedicada antiguamente a guardar ganado.

Tras hundirse  el techo, han quedado dos agujeros a modo de ventanales que iluminan su interior.

 

Estamos en el Coll de Botana: la corralissa de Franxo

 

El pouet de Botana

 

Continuamos hacia el Coll de Membrado. Poco antes de llegar, vemos esta hermosa construcción: el pou del Cullerer, de unos cuatro metros de profundidad y con una escalera muy estrecha de peldaños en espiral.

  Del coll de Membrado salimos hacia les Roques por un sendero que discurre por la parte nordeste de la Moleta del Sovatger. En los mapas pone del Sovatge, pero Ernest Costa, en su reciente guía de Horta de Sant Joan, está convencido de que el nombre de Sovatger le viene del cazador de cabras salvajes, padre del que acompañó al eminente botánico Font i Quer cuando estuvo por esta tierras. Vaya usted a saber… Hay que ir con cuidado por este tramo de camino: el patio es enorme y podemos dar un mal paso al quedarnos extasiados ante tanta maravilla: abajo, el barranco del Piquer. Al fondo la Mola d’Atans y la Punta de l’Aigua y a la izquierda el Cap de Gos y el Faralló.
  Alcanzamos el pujador de la Roca Grossa, una canal pedregosa y de mal andar que nos llevará en un plis plas a la parte mas alta de las Rocas.Lola, Vicky y Pepa en su primera ascensión a las Rocas: documento de valor histórico. Nada que ver con esta excursión, pero nos deja ver perfectamente la canal.    Esta sí: Joan y José Luis llegando arriba.
  Sovatges. Es muy frecuente encontrárselos por aquí. Esta vez solo vimos tres de lejos pero en anteriores ascensiones… ya veis.

 

    Cumbre del Castell. Genaro y Luna.
  Pepa y Duna.

 

Lola  con  Roby mirando a las Gronsas.

 Panorámica desde la cumbre.
  Vamos a bajar a la base interior del Cap de Gos.Con cuidado…



    Mercè y Pau en el mirador del Faralló.

Ahora viene lo bueno. La bajada de las Rocas suele hacerse por el mismo sitio  que se sube, pero esta vez lo haremos por el bajador de la Foradada (nombre inventado a falta de otro mejor). El camino, si se puede llamar tal cosa, es precario y resbaladizo, se impone ir con mucho tiento.
  Por ahí, pegaditos a la roca hemos bajado   Un destrepe  delicado
  La Foradada
  

 

Y, tras un tramo de bajada por una tartera un poco infernal, llegamos a la pista del Avellanar.

    Ahora un paseo por pista, rodeando la base de las rocas, hasta llegar al coche  
    Hasta la próxima…